
El viernes 12 de noviembre de 2020 se vio empañado por la noticia del fallecimiento de Juan Luis Mora Peralta (1933-2020), un hombre ejemplar cuyo trabajo y personalidad servicial serán siempre recordados como vitales para la existencia del Museo de la Casa del Boyero.
Su legado es invaluable: don Juan Luis Mora llegó en el año de 1943 a Venecia de San Carlos con tan solo 10 años, lugar en el que decidió instalarse y pasar el resto de sus días. Tuvimos el privilegio de charlar con Mora de cara al lanzamiento de la página web del proyecto y don Juan Luis, con 87 años de edad, se llenó de orgullo al contarnos su historia como boyero.
Nació en San Isidro de Coronado el 17 de agosto de 1933. Sus padres fueron don Luis Mora Méndez y doña Carmen Peralta Alvarado. Don Juan Luis cuenta que llegó a Venecia caminando y descalzo junto con su padre y una hermana: ingresaron a tierras sancarleñas por Bajos del Toro y llegaron a la finca de don Jesús Chávez, quien les dio apoyo para conseguir una casa y un trabajo.
Desde joven, inició su labor como boyero y trabajó en lecherías y trapiches, como era común en la época. Logró comprar su primer yunta de bueyes después de largos años de esfuerzo y trabajo. Con sus animales trasladaba mercadería de Venecia a Veracruz de Pital y a Aguas Zarcas.
Sus primeros trabajos consistían en el acarreo de caña para el trapiche, luego el acarreo del dulce y el arado del terreno para la siembra de la caña. Además, con mucha pasión, se dedicó a amansar bueyes y a confeccionar carretas.
Puso su cuota de sudor en la construcción de la Iglesia de Venecia, hoy Patrimonio Nacional de Costa Rica. Don Juan Luis tuvo que recorrer grandes distancias con los bueyes para acarrear el material de construcción y realizar una de las tareas más difíciles para un boyero: la extracción de madera desde las fincas más recónditas de la zona.
Mora participó en la organización del primer Desfile de Bueyes de Venecia, actividad que, desde entonces, se realiza casi ininterrumpidamente.
Como parte de sus anécdotas, este boyero contó, con una sonrisa nostálgica en su rostro, el infortunio de haber sufrido la quebradura de tres costillas, una mano y una pierna por unos novillos que le pasaron por encima con todo y carreta.
Don Juan Luis deja un legado tan grande como el vacío que deja en el corazón de quienes lo conocieron. Lucirá entre sus herencias ser cofundador del Comité de Boyeros de Costa Rica, la Asociación de Boyeros de Venecia y el Museo de la Casa del Boyero.
–Yo soy veneciano, nos dijo llenando sus pulmones de aire para sentir el placer de decirlo. Por todo esto y mucho más, el Museo de la Casa del Boyero se despide de don Juan Luis Mora Peralta con la promesa de perpetuar su gran legado para las futuras generaciones costarricenses.
En paz descanse.