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Mujeres de Venecia: un prisma de realidades.

Mujeres de Venecia: un prisma de realidades

A partir de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, se presenta la exposición “Mujeres de Venecia: un prisma de realidades”, cuyo fin es enaltecer las experiencias de las mujeres en todas sus aristas; así como las dificultades y alegrías que han formado parte de sus experiencias como boyeras. Esta exposición rinde homenaje a cinco mujeres: Dinorah Fernández Cartín, Priscila Soto Arias, Blanca Rosa Barquero Ramírez, Dora Gutiérrez Solís De Santamaría, Eida María Rojas Rojas, quienes llevan el boyeo en el corazón.

Profesiones y vocación

Mujer boyera: la mujer boyera es la que tiene como oficio o profesión el cuidado de los bueyes; asimismo, es quien los conduce. Algunas de ellas desempeñan esta labor en unión con su esposo. Normalmente las mujeres boyeras viven en las zonas rurales, lugar donde desempeñan su labor.

 

Ama de casa: la mujer ama de casa tiene como ocupación principal el hogar. Ella se dedica a los quehaceres domésticos como: lavar la ropa y planchar, cocinar, limpiar y barrer la casa, entre otros. Además, debe de estar pendiente y atender a sus hijas o hijos si los tiene. 

Maestra: es la mujer que se dedica a la enseñanza de alguna área de conocimiento, asignatura o arte. La maestra desempeña labores tales como: ser una guía de la persona estudiante para promover su participación activa en la construcción del conocimiento. 

 

Artesana: una mujer artesana se dedica a realizar y vender objetos, los cuales son hechos con sus propias manos; a estos artículos se les llama ‘artesanías’. Las mujeres artesanas realizan esta labor más por pasión que por remuneración y con ello, es importante decir que son artistas. 

El sentir de la mujer Veneciana: Acercamiento a su cotidianidad, el papel de los roles de género, principales vulnerabilidades y el espíritu boyero

Cotidianidad

Las mujeres venecianas cuentan acerca de sus labores:

Doña Eida Rojas: (…) El día a día entonces lo voy sacando por etapas: un día me dedico a cortar, otro me dedico a planchar, a comenzar a confeccionar, a dar acabados y la entrega. A veces con el esposo, también, lo tengo que acompañar a lo que es la finca, a ver el ganado, visitar la otra finca, ir a traer pasto, entonces yo me voy también a ayudarle, a colaborarle. 

Doña Blanca Barquero: Siempre he trabajado en las sodas de las piñeras, pero ahorita no, ahorita le ayudo a una hermana mía, bueno, a una sobrina que tiene una sodita, entonces voy por días a ayudarle a ella, pero en realidad yo hago tamales, me encargan comidas para fiestas, bueno, todo lo que es fiesta, cumpleaños, matrimonios, eso es lo que siempre me ha gustado –cocinar–, eso es lo que más me fascina, no soy así verdad, pero sí me gusta.

Doña Dinorah Fernández: Bueno, yo tengo mucho trabajo en lo que es de estilista y trabajo solo en las mañanas por las tardes, bueno, visito a mis papás, tomamos cafecito donde él todas las tardes y luego me dedico al jardín porque amo mucho las matas, entonces siempre estoy ocupada, siempre estoy haciendo algo o alguna reunión, si tenemos alguna reunión, organizarme para ir a las reuniones.

Roles de genero

 

Priscila Soto: (…) Allá en Escazú se ve mucho la mujer boyera, aquí en Venecia, si le soy sincera, yo no he visto mujeres boyeras aún, tengo la esperanza que mi hija, que tiene dos añitos recién cumplidos, ella sí herede el gusto por los bueyes (…)

Doña Dora Gutierrez: Soy la hija mayor de seis hermanas, yo me acuerdo que lo vivíamos en la finca de mi abuelo y yo nunca vi que abuelo maltratara a mi abuela, eran periquitos de amor, entonces yo me crié en un ambiente en donde el machismo no cabía.

Doña Eida Rojas: íbamos una vez al mes a Ciudad Quesada, a la plazoleta, o a veces en el parque para ocasiones especiales y exponían las artesanías de cada uno y lográbamos ahí vender algo de producto, darnos a conocer —que es algo muy importante—, vivir la experiencia, compartir con personas que uno ni tan ni siquiera las conoce, pero nos dedicamos y luchamos por el mismo objetivo: por ser, por tener un negocio propio o poder producir algo que a nuestro hogar le beneficie.

Vulnerabilidad

 

Doña Dinorah Fernández: (…) Es muy difícil llegar a ser madre soltera, es muy difícil tener el desprecio del machismo de los hombres porque hay mucho machismo que todavía existe, es muy triste ver cómo lo discriminan a uno (…) por cometer errores que todos los cometemos de una manera u otra, pero gracias a Dios he levantado la cabeza y he seguido adelante en mi profesión, así crié a mis hijos, y puedo decir que soy una persona feliz. 

Doña Blanca Barquero:  He tenido que trabajar mucho y deay sí, a veces las baterías se le bajan a uno y se siente débil y que ya no puede más, deay, como quien dice y ¿ahora qué hago?, ¿cómo le voy a hacer? 

Doña Eida Rojas: Y a mí me llega alguna otra y yo con mucho gusto lo que uno pueda ayudarles, decirles o explicarles. Porque les digo yo, es bonito que otra persona también surja, que otra persona también aproveche la habilidad que tiene, los dones que ella tal vez no los ha descubierto, los tenemos ahí ocultados, nada más es como destapar un poquito, darse la oportunidad. 

Boyeo

Doña Dora Gutierrez: Yo llamo a la cultura del boyeo el ADN de Costa Rica patriótica (…) los que lo llevamos en el corazón, aunque no tengamos yunta de bueyes, porque es el ADN de nosotros, de nuestra cultura, de nuestra idiosincrasia. 

Priscila Soto: Yo siento que es una tradición muy bonita, como les decía, mujeres boyeras hay muy pocas, la mayoría son hombres y diay, yo siento que es una tradición bonita, algo que heredarle a los hijos, que si son hijas, aún más bonito todavía que tengan participación en ese ámbito.

Doña Dinorah Fernández: Para mí el boyeo ha sido la experiencia más linda, aparte que crecimos con los bueyes, digamos, porque mis papás y mis hermanos han sido boyeros desde siempre, me acuerdo que, que, desde pequeñita, nosotros vivíamos(…) Nosotros somos de San Ramón, y vivíamos en San Isidro, y para ir al centro, que decía uno, el centro de San Ramón, mi papá nos llevaba en carreta a misa o nos llevaba a hacer compras o nos llevaba a citas de hospital.

Coordinación de equipo: Jéssica Espinoza Mora.

Coordinación de exposición: Valerie Álvarez Herrera.

Diseño: Paola Quirós Badilla.

Revisión filológica: Kimberly Rodríguez Mora, Ashly Solís Espinoza

Montaje web: Elvis Badilla Mena.

Realización de las entrevistas: Nayeli Chavarría Bermúdez, Paola Quirós Badilla, Melany Barboza Castillo, Ashly Solís Espinoza, Valerie Álvarez Herrera.

Proceso de investigación: Nayeli Chavarría Bermúdez, Paola Quirós Badilla, Melany Barboza Castillo, Ashly Solís Espinoza, Valerie Álvarez Herrera.

Junta directiva del Museo de la Casa del Boyero: Rodrigo Barboza Benavides, Marcos Rojas Rodríguez, Carmen Ulate Arias, Blanca Rosa Gómez, Félix Valverde Zamora, Dinorah Fernández Cartín, Liliana Estrada.

Personas expertas y portadoras de tradición: Dinorah Fernández Cartín, Priscila Soto Arias, Blanca Rosa Barquero Ramírez, Dora Gutiérrez Solís De Santamaría, Eida María Rojas Rojas.

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